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PARTIMOS
DE UNA FRASE de las Meditaciones del Quijote:
«Yo soy yo y mi circunstancia y
si no la salvo a ella no me salvo yo»
Recuerdan el personaje del quijote yendo
contra los molinos de viento?
A veces estamos como Don Quijote no? Yendo a
luchar contra los molinos de viento del mundo… pero interiormente como estamos
para dar esa lucha?
Imaginemos el mundo como un escenario en el
cual la persona actúa, y le van sucediendo cosas que lo alegran, lo enojan, lo
entristecen, lo enamora, genera ansiedad, etc.
O sea hacemos cosas y nos pasan cosas,
estamos en un constante diálogo entre lo que nos pasa internamente y nuestras
circunstancias externas que quisiéramos mantener siempre en un equilibrio, pero
esto no es posible.
¿Cómo nos paramos frente a nuestras
circunstancias? Evitamos el conflicto y nos retiramos silvando bajito? O Salimos
con los tacones de punta a cambiar el mundo o al otro? Quizas percibimos a las
circunstancias como una maraña de problemas y nos quedamos dudando por cual comenzar
primero?
Estas son las preguntas del día….
…Que quede entre nosotros,…. tuve mi época de
ser como elefante en vidriería, pero soy prueba de que podemos cambiar y crecer
como seres integrales en comunión con nuestro ambiente, cuerpo, y con Dios
CUENTO que nos introduce al tema: ARREGLANDO EL MUNDO
Un científico,
vivía con preocupación todos los problemas del mundo.
Estaba decidido
a encontrar por todos los medios una solución. Pasaba días en su laboratorio,
en busca de respuestas.
Cierto día, su
hijo de 7 años, invadió su lugar de trabajo, dispuesto a ayudarle a encontrar
esa ansiada solución.
El científico,
nervioso por la interrupción, le pidió al niño que fuese a jugar a otro lugar.
Viendo que era
imposible sacarlo, el padre pensó en algo que pudiera distraer su atención:
Encontró una
revista, donde había un mapa del mundo, ¡justo lo que precisaba!
Con una tijera,
recortó el mapa en varios pedazos y se los entregó al niño con un rollo de
cinta, diciendo: Hijo, como te gustan tanto los rompecabezas, te voy a dar el
mundo en pequeños pedazos, para que lo repares.
El científico
pensaba, quizás se demoraría meses en resolverlo, o quizás nunca lo lograse,
pero por lo menos, le dejaría tranquilo por un tiempo; pero no fue así.
Pasada algunas
horas, escuchó la voz del niño: “Papá, papá, ya hice todo, conseguí
terminarlo”.
Al principio el
padre no dio crédito a las palabras del niño. ¡No puede ser, es imposible que a
su edad, haya conseguido recomponer un mapa que jamás había visto antes!
Levantó la vista
de sus anotaciones, con la certeza de que vería un trabajo digno de un niño:
Para su sorpresa, el mapa estaba completo. Todos los pedazos habían sido
colocados en sus debidos lugares. ¿Cómo era posible? ¿Cómo había sido capaz?
-“Hijito, tú no
sabías cómo es el mundo, ¿cómo lograste armarlo?”
-“Papá, yo no
sabía cómo era el mundo, pero cuando sacaste el mapa de la revista para
recortarlo, vi del otro lado la figura de un hombre. Así que le di la vuelta a
los recortes y comencé a recomponer al hombre, que sí sabía cómo era.
Cuando conseguí
arreglar al hombre, di vuelta la hoja y me di cuenta que había arreglado al
mundo.”
PREGUNTAS POSIBLES PARA INTERACTUAR
Que reflexiones
te merece la historia?
Se puede cambiar
el mundo a partir de cambios individuales?
Puedo cambiar mi alrededor si no cambio yo?
¿PUEDO RECOMPONER MI MUNDO SI NO ME
RECOMPONGO YO?
Si tenemos nuestra emocionalidad desbordada y
nuestros pensamientos distorsionados… podremos canalizar la gracia. Cuerpo,
mente espíritu se interrelacionan.
San
Agustín nos dice: Cuando entramos en nosotros mismos, conocemos un poco más de Dios”
El AUTOCONOCIMIENTO es un escalón de la inteligencia emocional, también de la autoestima, pero también es uno de los pasos hacia el discernimiento.
“Si cambio yo cambian mis circunstancias”. Esto es verdad, pero para ello primero tengo que conocerme y aceptar lo que puedo cambiar y tambien lo que no puedo cambiar porque no está en mis manos hacerlo.
Agregamos en este punto el concepto de ser AUTO-RESPONSABLE, que está incluyendo el dar respuesta a la realidad que me interpela, respondiendo a lo que el mundo o la circunstancia me plantean. Esto implica salir del yo al mundo, escuchar y cual es el desafío que nos presenta nuestras circunstancias actuales..
SER EN EL MUNDO es relacionarse con el mundo desde un "sí mismo" integrado, en forma comprometida y auto-responsable. Esta relación entre el mundo, los otros, las cosas y nosotros debe ser una relación armónica, con una tensión equilibrada. Una relación de cuidado con nosotros, los otros, nuestro ambiente que se manifiesta en el diario vivir.
Si quiero recomponer mi mundo, primero tengo que recomponerme yo internamente. Y si no podemos solos te animo a buscar ayuda.
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