El lenguaje que utilizamos para
comunicarnos con los demás está compuesto por una serie de letras, palabras,
símbolos, números e ideogramas que en sí mismos no significan nada. Nuestra
mente las traduce e interpreta en base a un determinado sistema de creencias.
Pero al hacerlo, distorsiona subjetivamente su verdadero significado. Es un
milagro que hablando nos entendamos con otra gente.
Una cosa es la intención desde la que nos comunicamos con las personas.
Otra, la forma en la que expresamos lo que queremos decir.
Y finalmente, la manera en la que nuestro interlocutor interpreta lo que hemos dicho.
En demasiadas ocasiones, esta interpretación no tiene nada que ver con nuestra intención.
Es entonces cuando se produce un malentendido, desde el que puede aflorar el conflicto en forma de represión o agresividad.
Al activarse nuestro instinto de supervivencia emocional, en ocasiones quedamos preso de nuestras emociones, las cuales nos impiden hablar de forma tranquila y respetuosa.
O tratamos de imponer nuestro punto de vista o dejamos que el otro imponga el suyo.
Si somos de los que necesita tener la razón, nuestra vehemencia provoca que solamos perder los límites del respeto al otro.
Y si somos de los que prefiere no entrar en conflicto, tendemos a agachar la cabeza, negándonos a nosotros mismos.
En ambos casos (PASIVO o AGRESIVO) perdemos la capacidad de expresar con claridad (ASERTIVAMENTE) aquello que verdaderamente necesitamos comunicar.
Una cosa es la intención desde la que nos comunicamos con las personas.
Otra, la forma en la que expresamos lo que queremos decir.
Y finalmente, la manera en la que nuestro interlocutor interpreta lo que hemos dicho.
En demasiadas ocasiones, esta interpretación no tiene nada que ver con nuestra intención.
Es entonces cuando se produce un malentendido, desde el que puede aflorar el conflicto en forma de represión o agresividad.
Al activarse nuestro instinto de supervivencia emocional, en ocasiones quedamos preso de nuestras emociones, las cuales nos impiden hablar de forma tranquila y respetuosa.
O tratamos de imponer nuestro punto de vista o dejamos que el otro imponga el suyo.
Si somos de los que necesita tener la razón, nuestra vehemencia provoca que solamos perder los límites del respeto al otro.
Y si somos de los que prefiere no entrar en conflicto, tendemos a agachar la cabeza, negándonos a nosotros mismos.
En ambos casos (PASIVO o AGRESIVO) perdemos la capacidad de expresar con claridad (ASERTIVAMENTE) aquello que verdaderamente necesitamos comunicar.
Estilo pasivo: Las
personas pasivas no defienden sus intereses, no se expresa a sí mismo. Es
característica en estas personas la ausencia de iniciativa en relación al
afrontamiento de situaciones, sensaciones constante de ser incomprendido,
manipulado o no tenido en cuenta y su apariencia suele ser de inseguridad.
Características:
Voz: temerosa, débil, volumen bajo/casi
apagado.
Mirada: Evitación del contacto
visual, ojos tristes y caídos.
Manos: Temblorosa y sudorosa.
Conducta no verbal: Mira hacia abajo, voz
baja, postura tensa, afirmación con la cabeza constantemente.
Conducta verbal: Uso de "Quizás", "No es
importante", "No te moleste"...
Efectos que provoca: Irritación, resentimiento, baja
autoestima, disgusto...
Ejemplo: En un debate, tus ideas
y creencias son diferentes a las del resto de participantes.
- Intervenir en el debate y exponer mis
ideas por encima de todos los participantes, sin cambiar porque soy de ideas
fijas. (Estilo agresivo).
- Defendería mis ideas y creencias, y si
el resto de participantes no están de acuerdo conmigo lo entendería. (Estilo
asertivo).
- Me quedaría callado, puesto que si todo
el mundo piensa así tendría que readaptar mis ideas y creencias para que sean
iguales que las del resto de personas. (Estilo pasivo).
Estilo asertivo: Las personas asertivas
expresan lo que quieren y desean de forma adecuada, directa y honesta. Muestran
respeto hacia los demás, manteniendo una buena relación con las personas
implicadas. Defienden sus propios intereses, deseos y necesidades, respeta a
los demás pero no permite que los demás se aprovechen de el, son capaces de
elogiar a los demás y saben pedir favores y hacer peticiones.
Características:
Voz:
Buena entonación, firme, relajada y animada.
Mirada: Expresiva, honestidad en la mirada y mira
a los ojos.
Manos: movimientos de manos
relajados y naturales.
Conducta no verbal: Contacto ocular
directa, serena, amable, gesto firme, seguridad y relajación corporal.
Conducta verbal: "Pienso", "Siento",
"Quiero", "¿Cómo podemos resolver esto?, ¿Qué piensas?
Efectos que provoca: Satisfacción, seguridad, respeta los
derechos de los demás, control emocional.
Ejemplo: En un debate con tu
familia tienes una idea que aportar muy importante y crees que es definitoria
para cerrar con el tema.
- Pediría la palabra y esperaría mi turno
para poder expresar con claridad mis ideas. (Estilo asertivo).
- Esperaría a que todos se callen sin
pedir la palabra, ya me tocará a hablar mí, y si no es así no pasa nada.
(Estilo pasivo).
- Hablaría por encima de todos, pues es
muy importante y necesito que se me escuche por todos los medios. (Estilo
agresivo).
Estilo agresivo: Son personas que solo
se preocupan por conseguir sus objetivos, pelean, acusan, interrumpen,
amenazan, agreden a los demás, buscan satisfacer los intereses propios y no
tienen en cuenta los sentimientos, ideas, emociones, pensamiento de los
demás. Generan intervenciones que orientan hacia comportamiento de tipo
egocéntrico, y por tanto posibles generadoras de reacciones conflictivas en los
demás. Estas personas producen rechazo en los demás.
Voz: Fuerte y fría, tiende
a gritar.
Mirada: Fija y penetrante.
Manos: Movimientos rechazante
con la mano.
Conducta no verbal: Mirada fija, voz alta,
orgullosa, desafiante, rígida y gestos de amenaza.
Conducta verbal: "Deberías", "Harías mejor
en..."
Efectos que provoca: Tensión, descontrol, mala imagen,
soledad, hiere a los demás, frustración.
Ejemplo: Tras una larga
discusión con tu pareja seguís sin poneros de acuerdo.
- Le diría mis razones y desacuerdos y le
pediría que ella hiciera lo mismo, para tratar de entender las dos partes.
(Estilo asertivo).
- Trataría de imponerme tomado las
medidas necesarias para tratar de convencerla como sea. (Estilo agresivo).
- No podría hacer nada para mejorar dicha
situación, así que al final le daría la razón, sin hablar con ella. (Estilo pasivo).
En conclusión el estilo asertivo es el
mejor estilo de comunicación, permite lograr los objetivos adecuadamente y con
mayor eficiencia.
IMPORTANTE: NO DIGAS
"SI" CUANDO QUIERAS DECIR "NO".
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