Para que una relación de pareja se logre, cada uno de los compañeros tiene que dejar a su familia. Y esto no sólo en un sentido externo, sino que cada uno tiene que dejar algunos principios que en su familia eran válidos, para negociar con su pareja principios nuevos que de alguna manera reconozcan los valores de ambas partes. En este nivel nuevo, la pareja puede vivir una relación entrañable. Algunos dicen: «Mi familia está bien, pero la de mi pareja es mala.» Una frase así es veneno para la relación de pareja. Quien se casa con su pareja, también tiene que casarse con la familia del otro. Eso significa que tiene que respetar y amar a la familia de su compañero, como si fuera su compañero mismo. Sólo así, este amor puede lograrse.
BERT HELLINGER