EL QUE TIENE BOCA.... SE EQUIVOCA!
En los últimos años, especialmente desde el ámbito de la psicología cognitiva, han sido muchos los investigadores que han estudiado el proceso cognitivo y han concluido que se aprende a partir del error.
Estos hallazgos que son trasmitidos a nivel académico muchas veces no impactan en la práctica docente en el ámbito áulico. ¿Poque?
A pesar de todos estos avances, que enfatizan en la constructividad del conocimiento, en la practica docente se continúa reproduciendo un “habitus”propio de la acción de enseñar, la cual implica trasmisión de conocimiento pero no la apropiación del mismo por parte del alumno.
Si se castiga el error, prontamente se genera el miedo al error, que implica silenciar la propia respuesta para dejar de compartirla con el grupo.
Cuando deja de circular la palabra, nos privamos de la riqueza del conocimiento socialmente co – construido, que es aquel que luego será internalizado.
SU PREGUNTA NO MOLESTA
Si como docentes entendemos que el error es una oportunidad de aprendizaje, es nuestra tarea generar y ofrecer un espacio de intercambio y circulación de la palabra, en torno al tema propuesto.
No es un tema tan solo de APTITUD, sino también de ACTITUD.
Dicha actitud es una invitación a una zona de reflexión compartida, una aceptación incondicional del otro en tanto otro, sin querer someterlo a un pensamiento único y propio.
En este modelo la pregunta no molesta, es más, las preguntas son disparadores que nos permiten vehiculizar el contenido a tratar en una construcción espiralada hacia la conclusión.
LA RESPUESTA EQUIVOCADA?
Cuando el docente utiliza la pregunta como estrategia al estilo de Método Socrático, necesita de las respuestas, especialmente las equivocadas.
Es por ello que el silencio provocado por el miedo al error, no contribuye a un aprendizaje significativo.
Dejando en claro que el error es parte del proceso, particularmente las respuestas equivocadas serán las que nos permitirán corregir malos entendidos y reformular la estrategia didáctica elegida.
Especialmente en el momento de la Puesta en común oralizada, es necesario que surjan aquellos emergentes que nos den el pie para aclarar dudas y reformular conceptos en formato de debate.
¿Cómo reaccionas frente a la respuesta errónea de tus alumnos?
Esta pregunta te llevará seguramente a generar una auto-mirada. El auto-registro de la propia actitud es necesaria para mejorar la propia práctica.
1- Muestra a tus alumnos que el error es parte del proceso de aprendizaje, permitiéndoles oportunidades para intentar resolver el problema planteado. Esto en definitiva. significa que valoras el proceso de enseñanza – aprendizaje que es ampliamente superador de la mera memorización.
2- Enseña a superar los obstáculos. Se ha castigado tanto el error, que frente al menor inconveniente la conducta típica en alumnos con baja estima es la de bajar los brazos, de inmovilidad. Acompañemos al estudiante a que se perciba capaz de corregir la propia respuesta en forma positiva. Esto le reportará una sensación de éxito y de que su esfuerzo se transforma en la adquisición de habilidades. Esto valida a la persona, motiva y alienta a ser perseverante.
3- Promueve el respeto a la opinión del otro, a partir de mostrar que no hay un pensamiento único, y que necesitamos de todas las opiniones para aprender….¡Tu pregunta es fantástica para que pensemos esto!!.....
4- Valora la respuesta errónea como portadora de una información altamente necesaria para conocer la situación de cada estudiante, para detectar los niveles de comprensión y/o los déficits de la propia enseñanza y en definitiva para diagnosticar la situación y proceso completo, de modo de poder hacer una cambio y reformulación de la estrategia didáctica y metodológica en próximas intervenciones.
5- Crea un clima de confianza, en el cual no se castiga el error, en el cual todas las respuestas son escuchadas y valoradas. El lema es “el que tiene boca, se equivoca”, como decía mi madre para aliviar mi angustia frente al error.
6- Maneja tu ansiedad. Para poder ofrecer ese espacio de confianza y de circulación libre de la palabra, debes poder resistir el silencio. Ese silencio que se genera luego de formular una pregunta. Es muy tentador darles la respuesta y seguir adelante para cumplir con tiempos y programas.
Ese silencio es muy valioso y si logras resistirlo, lloverán las respuestas.
7- Dale paso a la Retroalimentación. Detectado un error de comprensión, no dejes pasar mucho tiempo hasta esclarecer la situación sea en el mismo momento, haciendo una aclaración grupal o en situación de puesta en común. El proceso de enseñanza debería, por tanto, seguir estos pasos: indagación de conocimientos previos, exposición dialogada, actividades de práctica, errores, recibir retroalimentación o feedback, reflexionar sobre el feedback recibido y puesta en común.
Prof. Silvia M. Leonardi
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