
¿Donde nos paramos como psicoeducadores, como docentes, como padres, como personas cada día? ¿Cual es nuestra tendencia?
A veces tendemos a darle al otro las cosas resueltas, por su bien, para que no pierda tiempo, para ahorrarle sufrimientos o por no creerlos capaces de llevar a cabo determinada acción.
Sé que esto se hace con buena intención, pero no es una actitud que ayude a crecer al otro.
Si queremos beneficiar la evolución personal del otro debemos dejarlo que haga el propio parto de su conocimiento, tendrá los dolores propios del proceso.....y en esto acompañaremos....desde un amor generoso....que permite el volar con el propio estilo.
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