TITERE O TITIRITERO? (Falacia de Control)

FALACIA DE CONTROL: Es una DISTORCIÓN COGNITIVA de la personalidad que consiste en como la persona se ve a sí misma de manera extrema sobre el grado de control que tiene sobre los acontecimientos de su vida. O bien la persona se suele creer muy competente y responsable de todo lo que ocurre a su alrededor, o bien en el otro extremo se ve impotente y sin que tenga ningún control sobre los acontecimientos de su vida


A VECES ME SIENTO TÍTERE Y A VECES SOY EL TITIRITERO
Por ello elegí la foto que acompaña esta nota. La persona o asume el papel del TITIRITERO dado que se vé a si mismo como capacitado y competente, o asume el papel de TÍTERE en el que la persona se siente externamente controlada e impotente, se ve a si misma desamparada e incompetente, como una víctima del destino, la mala suerte o los demás. Esta convencida de que no puede hacer nada para cambiar su situación, puesto que "no tiene ningún control sobre el problema".. EN AMBOS CASOS ES FALACIA DE CONTROL.

CO-DEPENDENCIA
Cuando intentamos controlar a la gente y a las cosas que no tenemos porque controlar, somos controlados por ellos. Abdicamos a nuestro poder para pensar, sentir y actuar de acuerdo con lo que mas nos conviene. A menudo perdemos el control sobre nosotros mismos. Con frecuencia, somos controlados no solo por la gente, también por enfermedades como el alcoholismo, o las tendencias compulsivas en el comer y en los juegos de apuesta.

Los Terapeutas o Acompañantes Terapéuticos deben observar constantemente este mecanismo dado que es frecuente en el ansia de querer ayudar el querer tomar el control sobre el tratamiento del alumno-paciente, cuando sabemos que el proceso es PERSONAL Y SAGRADO.
Nos frustramos al máximo cuando tratamos de hacer lo imposible. Y generalmente impedimos que suceda lo posible.
Al apegarnos a una persona o situación y querer FORZAR LAS VOLUNTADES (mía o del otro), cierra la posibilidad de que mi poder superior haga algo constructivo acerca de la situación. Mi afán de controlar bloquea el poder de Dios. Bloquea la capacidad de otras personas para crecer y madurar. Impide que los sucesos ocurran de una manera natural. Me impide a mi disfrutar de la gente o los eventos.

El control es una ilusión No funciona. No podemos controlar las conductas compulsivas de nadie: comer en exceso, una conducta sexual exagerada, la apuesta compulsiva, ni ninguna otra de sus conductas. No podemos (y no es asunto nuestro hacerlo) controlar las emociones, la mente o las elecciones de los otros. No podemos controlar el resultado de los eventos. No podemos controlar a la vida.
A fin de cuentas las personas hacen lo que quieren hacer. Se sienten como se quieren sentir (o como se están sintiendo); piensan lo que quieren pensar; hacen las cosas que creen que necesitan hacer; y cambiarán solo cuando estén listos para cambiar. No importa si ellos no tienen la razón y nosotros si.

Aunque sepamos que se están lastimando a si mismos. Aunque sepamos que nosotros podríamos ayudarles, Aunque sepamos que si nos escucharan y cooperaran con nosotros todo sería mejor......No, No, No.....SUELTO....ME LIBERO Y LO LIBERO.
RECORDEMOS TERAPEUTAS EL PROCESO DEL OTRO ES PERSONAL Y SAGRADO....ESTO IMPLICA INTOCABLE....QUE TIENE SU PROPIO RITMO Y EVOLUCIÓN....QUE TIENE AVANCES, RETROCESOS, AMESETAMIENTOS.....DEBEMOS DEJAR SER Y CRECER AL OTRO. (y realmente me lo digo a mi misma cada día je).

Desapégate. Renuncia. A veces cuando hacemos esto el resultado que habíamos esperado sucede rápida, a veces milagrosamente. A veces no sucede. A veces nunca sucede, Pero tu saldrás beneficiado. No tienes que abandonar métodos constructivos, como la intervención profesional, para solucionar tus problemas. Lo único que tienes que hacer es poner tus manos emocionales, mentales, espirituales y físicas otra vez dentro de tus propios bolsillos y dejar a las cosas y a la gente solas. Déjalas estar. Toma cualquier decisión que necesites tomar para ocuparte de ti mismo, pero no las tomes para controlar a los demás. ¡Empieza a ocuparte de ti mismo!..

Para cada uno de nosotros , llega un tiempo para soltarse. Sabrás cuando ha llegado ese tiempo. Cuando has hecho todo lo que se puede hacer, es tiempo de desapegarte. Maneja tus sentimiento. Enfréntate a tus miedos acerca de perder el control. Gana control sobre ti mismo sobre tus responsabilidades. Dales a los demás la libertad para ser lo que son. Al hacerlo, te liberarás.

Para hacer este texto me inspiré en la lectura del CAP 7. del libro “Ya no seas codependiente”
SILVIA M. LEONARDI
PSICOEDUCADORES EN RED