DOLOR DE ESPALDA Y REFLEXOLOGÍA
REFLEXOLOGÍA Y
DIGITOPUNTURA, UNA NOTA PARA QUE ENTIENDAS SUS BASES Y CONCEPTOS.
La digitopuntura es un tipo de
masaje oriental en el que los dedos ejercen presión sobre ciertos puntos
particulares del cuerpo, con el propósito de aliviar los dolores, la tensión y
la fatiga, así como los síntomas de algunas enfermedades
La digitopuntura se
aplica en alrededor de 100 puntos de los 361 que poseen los 14 meridianos
regulares de acupuntura. La ciencia occidental ha demostrado algunos de los
principios neuroquímicos del mecanismo digitopuntural.
Aunque hasta el
presente no existe un modelo que explique el complicado modelo acupuntural
desde un punto de vista general, todos los investigadores coinciden en afirmar
que la digitopuntura es un método que se fundamenta en el balance de las
energías bioeléctricas del cuerpo, por lo que no sólo induce cambios de energía,
sino que provoca a su vez, cambios neurológicos, vasculares, químicos,
musculares y otros.
La observación de una
marcada disminución del estrés y del dolor, luego del tratamiento de
digitopuntura en diferentes dolencias y enfermedades, así como un sustancial
ahorro de medicamentos anestésicos unido a su inocuidad, han sido ampliamente
comprobados en occidente.
La reflexología o
reflexoterapia opera a través de las zonas reflejas o puntos nerviosos
interconectados con zonas alejadas del cuerpo. Cada órgano del cuerpo tiene un
punto preciso en el pie, que es su reflejo y desde el cual puede ser
estimulado. Como parte del arte de la medicina, la reflexoterapia tiene gran
valor tanto en la prevención, como en el diagnóstico y tratamiento de las
dolencias, cualquiera que sean sus causas y manifestaciones. Su papel
preventivo se explica porque equilibra la energía del organismo y por lo tanto
contribuye a evitar males posteriores.
Al presionar la zona
refleja de un órgano éste experimenta dolor o sensibilidad, mediante lo cual
sabemos en forma exacta. que órgano está funcionando correctamente y cuál tiene
deficiencia, alteración o bloqueo, lo cual se traduce en enfermedad, debido a
la acumulación de toxina y de tensiones.
Al efectuar el masaje
a las zonas reflejas en los pies se produce una activación, la que se traduce
en una mayor irrigación sanguínea, aumentando el transporte de un conjunto de
sustancias nutritivas, oxígeno, energía, hormonas; anticuerpos y contribuye a
la eliminación de las toxinas del organismo.
En lo psíquico y
emocional, relaja al enfermo y disminuye el stress; generalmente se produce una
catarsis. La reflexoterapia es una tratamiento no violento, al contrario, muy
agradable. Estimula el poder curativo latente en el cuerpo o "Natura medicatrix"
y se ajusta al mandato hipocrático de "Sanar sin dañar". No necesita
de aparatos sofisticados y caros. Se usan solamente las manos. Puede darse en
cualquier lugar. La reflexoterapia puede ser practicada por toda persona que
tenga interés en ayudarse y ayudar a los demás; pueden ser médicos, dentistas,
matronas, kinesiólogos, paramédicos, dueñas de casa, etc. La reflexoterapia no
es una panacea, no se debería dejar de consultar a un médico, si es necesario.
En 1913, el médico
norteamericano, William Fitzgerald, publicó un libro tituladoZone Therapy. En
esta obra, el cuerpo humano aparecía dividido en diez zonas longitudinales,
cinco a cada lado, que iban desde la cabeza hasta los dedos de las manos y los
pies. El doctor Fitzgerald localizó en estas zonas unos puntos muy precisos que
eran sumamente sensibles (e incluso dolorosos) cuando se les aplicaba una
presión. Sostuvo que presionando determinados puntos de los dedos de las manos
y los pies se podían aliviar los dolores de ciertas partes del cuerpo situadas
en la misma zona.
En los años treinta,
Eunice Ingham, fisioterapeuta norteamericana, combinó sus conocimientos de las
técnicas terapéuticas chinas, que emplean la presión y el masaje de ciertas
áreas del organismo, con el trabajo sobre las zonas del cuerpo del doctor
Fitzgerald, y desarrolló una técnica para la recuperación física que concentra
la energía del cuerpo con fines terapéuticos. Al aplicar esta técnica a sus
pacientes, Ingham descubrió que los pies respondían mejor que las manos al tratamiento,
que tiene por objeto una mejora global del funcionamiento del organismo. Con el
tiempo trazó mapas de los pies en los que aparecían las zonas y los puntos de
presión de todo el cuerpo. Antes de su muerte, acaecida en 1974, su infatigable
trabajo y entusiasmo se vieron recompensados al ser reconocida la reflexología,
palabra con la que se conoce la técnica que inventó, como una ciencia.
La terapia zonal, los
masajes de los pies, la reflexología y la digitopuntura trabajan con los mismos
principios que la acupuntura, la antigua terapia china que se basa en la
creencia de que las enfermedades son causadas por un desequilibrio de la
energía. En la acupuntura, determinados puntos del cuerpo son estimulados
mediante agujas, de manera que la energía bloqueada es liberada y dispersada.
En vez de emplear
agujas, la digitopuntura usa técnicas de presión con los dedos para deshacer
los bloques de energía y los depósitos de calcio que en situaciones de estrés
se acumulan en el tejido muscular. La presión con los dedos es un método
simple, seguro y extremadamente eficaz para relajar y liberar estos bloques.
En la actualidad, los
reflexólogos trabajan principalmente con los pies (y algunas veces con las
manos y otros puntos -meridianos- del cuerpo), aplicando una presión constante
y profunda con el pulgar o el índice sobre un área que comprende casi todo el
pie y parte del tobillo. Al localizar un punto sensible en el pie, el
reflexólogo puede determinar en qué parte del cuerpo existe un problema. Por
regla general, la intensidad del dolor está en relación directa con la magnitud
y duración del problema. Cuando se produce una mejoría de las funciones
corporales, el punto sensible del pie deja de doler.
La reflexología hace
maravillas con los pies. Puede utilizar técnica en usted mismo o trabajar en
los pies de otra persona. Puede hacerse en casa o en la oficina. Un rápido
masaje de diez minutos revitaliza el nivel de energía y le indica qué zonas del
cuerpo no son tan productivas como debieran serlo. El mapa de reflexología que
se incluye en este tema señala los diferentes puntos de los pies y los órganos
que se corresponden con ellos.
El masaje podal:
cuando trabaje en sus propios pies, siéntese en una postura cómoda, con el pie
derecho apoyado sobre la rodilla izquierda (puede empezar con el otro pie, si
así lo desea). Si está trabajando en los pies de otra persona, haga que se
siente cómodamente en un sofá o en el suelo, con las piernas estiradas y los
pies rectos. Asegúrese de que tanto usted como la otra persona están cómodos.
Sostenga el pie con una mano y utilice el pulgar o el índice de la otra para
aplicar una presión constante, haciendo un movimiento circular. Puede utilizar
polvos de talco para absorber la humedad de las manos y los pies. Comience
aplicando la presión en la parte superior, los lados, la punta y la parte
inferior del dedo gordo. Trabaje la planta del pie hasta llegar al talón.
Dé un masaje general a
todo el pie, masajeando con los pulgares, y note los puntos sensibles. Si se
experimenta dolor en un área determinada, es señal de que la zona
correspondiente del cuerpo no está funcionando de manera correcta y conviene
corregir la anomalía (consulte el mapa de reflexología para ver las zonas
correspondientes).
Observe el rostro de
la persona en cuyos pies está trabajando para descubrir señales de dolor
intenso o de simple incomodidad. Reduzca la presión si hay mucho dolor, pero
fíjese en los puntos dolorosos. Cuando haya terminado de trabajar los dos pies,
repita el masaje brevemente, para liberar los nudos de los músculos. Si un
punto resulta muy doloroso, dé un masaje en el área circundante. Recuerde que
hay que trabajar suavemente. El masaje excesivo sobre estos puntos dolorosos
puede ser contraproducente y más perjudicial que beneficioso. Sin embargo,
puede trabajar estos puntos en la próxima sesión de masaje. Vuelva a los dedos
del pie y trabaje el resto del pie hacia el talón. A continuación, trabaje la
parte superior del pie. Mientras realiza el masaje, no olvide fijarse bien en
los puntos dolorosos. Puede acabar la sesión masajeando y frotando todo el pie
y el área del tobillo.
NOTA: Por razones
higiénicas, lávese las manos después de dar un masaje en los pies, aunque sean
los suyos. Puede regalar una sesión de reflexiología de diez minutos, media
hora o más a un amigo/a. O regalársela a usted mismo. Un buen masaje de pies
pone una sonrisa de oreja a oreja en el rostro de cualquier persona, tanto de
la que lo da como la que lo recibe
FUENTE: https://www.facebook.com/psicoeducadoresenred.
0 Comentarios